Consejos para catar una cerveza
El consumo de cerveza puede simplificarse a ingerir una cantidad determinada de cerveza sin prestar atención a sus características, sin más comeduras de tarro. Y eso está muy bien, solo que así te vas a quedar a medias y te perderás muchas satisfacciones.
Con la cerveza ocurre lo mismo que con cualquier otro alimento o bebida: para apreciar bien el trago y aprender a distinguir los estilos y las diferentes calidades, hay que atender a los detalles, a los matices, y eso requiere prestar atención a algunos aspectos.
Para apreciar bien una cerveza (o cualquier bebida o alimento) es necesario respetar unas normas, son sencillas pero indispensables.
Si atendemos a las características de la cerveza que vamos a beber y seguimos unas sencillas pautas de servicio, podemos sacarle mucho más partido.
Condiciones ideales para la cata de cerveza
El entorno y tú
El ambiente tiene que acompañar en la degustación.
El entorno no afecta a la degustación directamente pero la condiciona. Elige un lugar tranquilo y que invite a la relajación. La cata es un ejercicio de análisis y se requiere concentración.
El espacio debe estar bien iluminado para poder apreciar bien el color y la carbonatación de la cerveza.
La iluminación debe ser lo más uniforme y repartida posible, difusa y neutra.
Cuanto más libres estén las paredes, mejor. Los cuadros, muebles, etc. entorpecen la inspección visual de la cerveza.
Lo ideal es que la luz, las paredes y los manteles sean de color blanco.
Libre de olores. Los olores también pueden interferir en el análisis olfativo de la cerveza. Imagínate que estás en un lugar con olores a fritanga, o que tu compañero de al lado se ha bañado en colonia… ¿crees que vas a poder apreciar bien los aromas de tu cerveza?
Sin distracciones. Elige un lugar en el que no tengas distracciones. Como hemos dicho arriba, la cata es un ejercicio de análisis que requiere concentración.
No tomar alimentos muy fuertes o grasos ni antes ni durante la degustación. Como es lógico, si comes algo muy fuerte antes de la cata, el gusto se verá afectado. Y si te pones a comer chorizo picante o morcilla frita, todas las cervezas te van a saber a Coronita.
La grasa se adhiere a las paredes de la boca formando una película que impide la correcta percepción de los matices de los alimentos o bebidas.
No fumar. No se debe fumar antes ni durante la cata de cerveza. El tabaco tiene un sabor y un olor que ocultan todo lo demás. Además, la nicotina y el alquitrán se adhieren al paladar entorpeciendo la degustación Esto parece obvio, ¿verdad?, pues hay para quien no lo es tanto.
Las cervezas
Conocer al máximo las cervezas que se van a probar.
Si no se trata de una cata ciega, intenta averiguar todo lo posible sobre las cervezas que vas a degustar.
Cuando se ha aprendido a distinguir las cervezas y se conoce su proceso de elaboración, se aprecian de distinto modo. Es importante encuadrarlas en un contexto para saber qué debemos esperar de cada una. Por eso es interesante saber todo lo posible sobre cada una de ellas, sobre su proceso de elaboración y la tradición a la que pertenecen.
Para saber qué debes esperar de una cerveza, es muy importante saber de qué estilo es. Si tienes la suerte de encontrarte con una de esas cervezas con una etiqueta con mucha informción…
No catar más de 6 tipos diferentes.
Si te pasas con la cantidad de cervezas, acabarás por no distinguir una de otra.
El orden de las cervezas.
Siempre cata las cervezas en orden de menos a más intensidad de sabor. Si hay distintos estilos, procura intercalar las cervezas buscando el contraste. Si pruebas dos cervezas del mismo estilo consecutivamente, las características de una solaparán las de la siguiente. Es preferible buscar el contraste entre una y la siguiente para realzar sus características: una amarga, una dulce, una ácida…
Cada cerveza a su temperatura.
La temperatura es fundamental para apreciar bien una cerveza. Cada cerveza tiene su temperatura ideal, por eso en la cata de cerveza se debe cuidar que no esté excesivamente fría ni tampoco muy caliente. El principio es muy sencillo y fácil de recordar: salvo excepciones muy contadas, cuanto más fuerte y/o más oscura es una cerveza, más alta debe ser la temperatura de consumo, hasta los 16º más o menos. Para que se entienda, dos ejemplos: una pils o una berliner weisse, cervezas secas, ligeras y rubias, se deben consumir a una temperatura de entre 4 y 7ºC. Sin embargo, una imperial stout, negra, densa y muy alcohólica, se degusta a una temperatura entre los 12 y los 16º.
Es decir, la cerveza ‘de calidad’ se expresa mejor siempre a la temperatura adecuada.
El recipiente
Cada cerveza en su recipiente adecuado.
Cada cerveza se expresa mejor en un tipo de vaso o copa diferente, en función de sus características organolépticas.
Por lo general, los vasos redondeados son los que más se usan a la hora de catar cervezas fuertes. Si la cerveza es suave, se utilizan los del tipo cuadrado. En este tipo de catas, se usan dos vasos: uno para catar con la vista y el otro para catar con el gusto.
También se recomienda dejar que la cerveza coja un poco de temperatura, pues el frío esconde los sabores e incluso los mata.
Al enfriar demasiado una cerveza pierde gran parte de su aroma y sabor.
El vaso o copa debe de ser de vidrio o cristal.
Esto parece una bobada pero no lo es. Es vidrio o cristal tienen muchas ventajas con respecto a otros materiales como el plástico o la cerámica.
El vidrio permite el examen visual, que es una fase importante dentro de la cata. Observar la cerveza es ‘catar’ su aspecto: su color, su transparencia o turbiedad, la espuma, la carbonatación…. Los recipientes de cerámica no permiten ver el contenido.
El vidrio no transfiere sabores a la cerveza, al contrario de muchos tipos de plástico.
El vaso debe estar limpio.
Un vaso de cerveza debe estar limpio, totalmente libre de grasa, y, sobre todo, esto es crucial, sin olores de lavavajillas.
El servicio
Humedece el vaso antes de servir tu cerveza.
En el momento de servir la cerveza, es aconsejable humedecer el vaso para una correcta formación de espuma.
No congeles el vaso o copa.
Los vasos congelados aguan la cerveza y eso no tiene importancia los domingos por la tarde, viendo el fútbol, pero se trata de catar una cerveza, ¿no?
Servir la cerveza.
Hay que servir la cerveza con energía, no de forma apocada… Es conveniente que el líquido golpee el fondo del vaso para que se ‘abra’ y se oxigene, y para que forme espuma. La mejor manera es servir la cerveza inclinando el vaso unos 45º, con bastante altura para que se forme espuma, y enderezarlo al final.
Procura dejarle dos dedos aproximadamente de espuma.
Aunque la espuma en sí no contribuye al sabor, protege la cerveza del aire y evita la oxidación, y eso sí que afecta al sabor de la cerveza. Además, ayuda a conservar los aromas, sabores y carbonatación.