No, la cerveza no es un destilado, que es lo que cree mucha gente. La cerveza es una bebida alcohólica proveniente de la fermentación.
La cerveza se obtiene de la fermentación de azúcares provenientes de los cereales. Si al azúcar tiene otra fuente, será otra bebida fermentada pero no será cerveza. Por ejemplo, si el azúcar que fermentamos proviene del zumo de la uva, lo que obtenemos es vino.
El cereal más habitual en la elaboración de cerveza es la cebada, pero la mayoría de veces se emplean, además de la cebada, otros tipos de cereal, ya sean malteados o sin maltear.
La cerveza puede presentar colores que van desde el amarillo paja hasta el negro negrísimo, y puede ser totalmente cristalina o turbia. Es una bebida gaseosa (contiene CO2 disuelto) y forma una corona de espuma que va del blanco al beige. Suele tener un volumen alcohólico que va del 3,0%Alc/Vol al 10,0%Alc/Vol, aunque muchas cervezas ‘modernas’ superan esta graduación con mucho.
Existen tantas variedades de ingredientes y tantas variantes en el proceso de elaboración, que existen casi infinitas variantes de cerveza con una amplia gama de matices.
Para entendernos y saber qué características tienen las cervezas, se ha creado una compleja taxonomía de estilos.
Existen tres familias principales en función de la fermentación: Baja fermentación, alta fermentación y fermentación espontánea.