¿Es buena o mala, Complot IPA?
Pues en mi opinión no es una respuesta tan sencilla, la menos no tan sencilla como en el caso de otras de las referencias de la marca.
Gente a quien tengo por fiable me había dicho que la nueva cerveza de Damm, una IPA llamada Complot IPA, estaba muy buena, sorprendentemente bien hecha, muy fina, muy redonda…
Otra gente a quien también tengo por fiable me había dicho todo lo contrario, que era un ascazo… vamos, en la línea de todas las IPAs de industriales, San Miguel, Mahou, Ámbar, etc…
¿En qué quedamos? ¿Es que no tengo gente fiable alrededor? ¿Es que quieren volverme loca? ¿Es que han probado cervezas diferentes? ¿Es que Damm ha contratado a Joker como Maestro Cervecero?
Complot IPA tiene 6,6% de ABV, 14,5% de Extracto Seco Primitivo, 47 IBU y 15 EBC.
El caso es que, para salir de dudas, decidí probarla. (Lo de salir de dudas es una excusa, obvio.) Reconozco que deseaba que se corroborara la opinión del segundo grupo de personas y que la cerveza fuera un ascazo para, así, poder despacharme a gusto en las redes.
Y la probé.
Cuando probé la Complot IPA me pareció, tal como me habían dicho algunos, una muy buena cerveza, sobre todo elegante, muy elegante. Mucho mejor de lo que había supuesto.
La probé en un garito de Gràcia, frente a los Cines Verdi. En este caso, el lugar es importante.
Cuando publiqué en Facebook que la birra me había encantado, la gente fiable que decía que era truño se me echó encima y me lapidaron: que si qué mala, que si qué asco, que si menuda porquería… que si cómo puede ser que me haya gustado… ‘Pues, chicos, a mí me ha gustado, qué sé yo…’
Pasa un tiempo y decido volver a probarla.
La birra me la tomo en un bar de mi barrio, un domingo feo, lacio de tan desocupado. A la barwoman le quedan dos botellas y tiene ganas de quitársela de encima, al menos eso parece, porque me intenta encasquetar las dos.
En este ocasión, y a pesar de las aceitunas cortesía de la casa, coincido con aquellos que opinan que es un zurullín. Mis acompañantes de domingo tarde la prueban también y también arrugan la nariz… no saben qué es pero no les gusta nada, nada, nada.
Oxidadíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisima, sabe a culo y a viejo (adjetivo, no sustantivo). Un amargor de ese chungo que te hace arrugar la nariz, y nada de las flores y hierbas que encontré en la birra del bar de Gràcia.
Miro la fecha de consumo preferente y le faltan 9 meses.
Pero…….. ¿y eso? ¿Es que los de Damm no saben hacer birra? Y tanto que saben. Y además tienen la pasta suficiente para hacerla.
Me consta, además, que los cerveceros de Damm, el equipo humano que hace la birra, estaban muy contentos con los resultados y muy ilusionados.
¿Entonces?
¿Un lote churro?
La verdad es que no lo sé pero se me ocurre algo… Damm, danzando al son de la demanda del mercado, como cualquier empresa que se precie, diseña en los despachos donde se hacen los números y en los del departamento de marketing un producto que tiene demanda. El problema es que ese producto se elabora en una sala de máquinas, que es donde está la gente que sabe de cervezas y que se encuentra a veces demasiado alejada de los despachos, y luego se suelta a la cadena de distribución, una cadena de distribución optimizada para trabajar con productos carne de perro, y esta cerveza no lo es.
Para mí, Complot IPA no es una cerveza adecuada al canal de distribución y venta de Damm
Todo lo que invierte Damm en promoción e imagen lo escatima en el cuidado de sus productos. Damm Complot IPA, como todas las cervezas lupuladas, es una cerveza delicada que exige mimo y cuidados. Y esos cuidados y mimos no los encuentra en una cadena de distribución tradicional que suministra a bares tradicionales y paladares tradicionales. La cadena de distribución de Damm deja las cajas de cerveza junto a salidas de ventilación, bajo el sol en patios abiertos, a la luz… tanto en invierno como en verano. De hecho, el 2+1 y el ‘si pides dos cajas más te regalo una caja de Cocacola, hace que las cajas se amontonen en los almacenes de los puntos de venta durante semanas y semanas. Por otro lado, los lotes de Damm no son los 500, 1.000 o 3.000 litros de una microcervecera y no se consume todo lo fresco que uno desearía.
Todo esto me lo imagino yo porque es la única explicación que encuentro a que una birra elaborada por una gran cervecera esté muy buena un día y horrible el siguiente.
Si esa cerveza está así a 9 meses de su vida útil, no quiero ni pensar cómo estará para entonces.