Fermí Cueva, responsable de Cerveses Barret, reflexiona sobre la relación calidad / demanda en la cerveza.
La reflexión original de Fermí es de enero de 2015, sobre la cual ha matizado y evolucionado, y ahora veremos qué piensa tras 7 años.
Año 2015
La relación entre la calidad y la demanda de la cerveza, presuponiendo que estamos hablando de ‘cerveza artesana.
¿Existe realmente relación entre estas dos variables? Para analizar la demanda hay que analizar muchas variables de mercado, pero antes de nada deberíamos analizar el tipo de bien o servicio a que nos referimos.
La cerveza no es un bien de primera necesidad, sino de lujo. Esto significa que no obedece a necesidades, sino a deseos. El hecho de que la compra de un producto esté relacionada con el deseo nos lleva a las técnicas de márquetin y a cómo se nos ha presentado el producto, y aquí encontramos el segundo punto de reflexión:
¿Qué se nos está vendiendo como cerveza (artesana) de calidad?
Evidentemente hay una tendencia que se nos ha ido imponiendo mediante tácticas más o menos estudiadas consistentes en presentar un determinado estilo como “cerveza buena” y todo lo demás como “cerveza mala”. Conscientemente o no (personalmente creo que no), gran parte de los productores locales han ido asumiendo este estilo como propio. La mayoría de las veces sin darse cuenta de que ellos mismos se están condenando a ser jugadores de segunda, ya que la mayoría de ellos nunca elaborarán productos de mejor calidad, ni siquiera similar, que quienes llevan años haciéndolos, quienes, además, cuentan con más y mejores medios.
La conclusión de toda esta parrafada es que el concepto “calidad” viene más dado por modas imperantes que por la propia calidad de un producto.
El concepto “calidad” viene más dado por modas imperantes que por la propia calidad de un producto.
Tenemos demasiada facilidad por aceptar que lo que nos viene de fuera es mejor, aunque el efecto beneficioso de esta manera nuestra de ser es que nos obliga a los productores a mejorar mucho más de lo que posiblemente lo haríamos sin esta lacra.
Otro factor implicado en la percepción de la calidad de un producto es el esnobismo.
Otro factor implicado en la percepción es el esnobismo: aquellos comportamientos que consideramos que nos proporcionan estatus entre los miembros de la comunidad cervecera, elaboradores, distribuidores, consumidores… y todos aquellos que conforman la órbita del paradigma del resurgimiento de la cerveza elaborada mediante métodos tradicionales o artesanos.
Ejemplos de comportamientos esnobs: “Me gusta esta cerveza porque la hacen unos tíos muy molones” o “Voy a ese bar porque está muy bien visto dejarse ver por allí” sin importarme si realmente esta cerveza me aporta sensaciones agradables al tomarla o si este bar está aprovechando la tirada de la cerveza artesana local para colocarnos sus productos importados.
Esta línea de pensamiento que, personalmente, me preocupa por sus implicaciones en todos los demás aspectos relacionados con el mercado, es una percepción más o menos compartida con otros productores, hasta que, en un reciente viaje por media España, comprobé que fuera del área de influencia de estas corrientes, la demanda de la cerveza está más relacionada con la calidad que aquí (en Barcelona y grandes núcleos).
Lamentablemente he de concluir que no hay una relación entre la demanda y la calidad. Y remarco que me refiero al producto de elaboración tradicional o artesanal. Si añadimos el producto industrial hay una relación sí, pero totalmente inversa.
La calidad de la cerveza y su relación con la demanda, para Fermí Cuevas en 2022.
Año 2022
Hace unos años, Susana me invitó a que expresara mi opinión en su blog acerca de la relación entre calidad y demanda en el ámbito de la cerveza artesana; en aquella época escribí el texto anterior. Hoy me pide que repase el texto y que indique si lo sigo considerando válido.
Recuerdo que en su momento algunas de mis afirmaciones levantaron ampollas y, aunque hoy diría lo mismo porque las considero totalmente válidas, creo que debo matizarlas.
1º Sigue habiendo cierta tendencia en determinados sectores, tanto en la producción como en el resto de las tareas implicadas (distribución, venta, consumo, etc.) a considerar bueno lo que está de moda y malo todo lo demás. Desde mi punto de vista, seguir modas no nos hace mejores, por muy bien que imitemos lo que nos llega de fuera.
Sigue habiendo cierta tendencia […] a considerar bueno lo que está de moda y malo todo lo demás.
2º Cuando hablé de ‘jugadores de segunda’ se generaron respuestas muy agresivas, sobre todo por parte de algunas cerveceras que consideraron esto un ataque a su trabajo, ya que se autoperciben tan buenas como la que más. Y no niego que estas cerveceras sean buenas en lo que hacen; es cierto que lo que hacen, lo hacen muy bien. Sin embargo creo que la excelencia consiste en crear y, lamentablemente, la mayoría de proyectos se basan en la re-creación de productos ya creados por otros y no en la innovación.
En España, ni existe un nuevo estilo de cerveza que nos represente ni se utilizan técnicas nuevas de elaboración. Pondré un ejemplo utilizando la Física: hemos sido capaces de aplicar y desarrollar muy bien las teorías de Einstein pero no de elaborar una teoría nueva.
Creo que si mis palabras son claras, y creo también que si alguien quiere ver en ellas una crítica, sólo tiene que sacar de contexto algunas frases.
La excelencia consiste en crear y, lamentablemente, la mayoría de proyectos se basan en la re-creación de productos ya creados por otros.
3º Cuando hablo de relación inversa entre la calidad y la demanda en los productos de las cerveceras industriales, me refiero a que sus productos más elaborados son los que menos se venden. Sin embargo, debo remarcar que cumplen perfectamente el objetivo que se proponen y que son eficientes en lo que hacen. No es una crítica a la calidad de las cervezas industriales, como evidentemente tampoco lo es a las que elaboramos artesanalmente.
4Para acabar, si esta reflexión sirve para que alguien vea las cosas desde otro punto de vista distinto (que no mejor) al habitual, me alegraré de haber contribuido. Si no es así, sólo serán palabras que pasarán sin más.